Si hay algo que me encanta de los smoothie bowls es que son rápidos de hacer, súper versátiles y quedan tan lindos que parecen sacados de una revista. Este smoothie bowl de espirulina es la opción perfecta para empezar el día con un toque fresco y colorido.

Este Smoothie Bowl es cremoso, dulce y con un delicioso sabor a vainilla. Es la forma perfecta de incorporar espirulina y aprovechar todos sus beneficios sin sentir su sabor.
¿Qué es la espirulina?
La espirulina es un superalimento: un alga repleta de propiedades increíbles. Es una fuente natural de proteína, omega 3, hierro y minerales, y además ayuda a eliminar metales pesados del cuerpo. Por eso me encanta incluirla en mi alimentación diaria.
El único desafío es su sabor, que no es el más agradable. Por eso la clave está en combinarla con ingredientes que lo equilibren. En este smoothie bowl, la banana y la vainilla logran que ni la notes, mientras incorporás todos sus beneficios. Es una de mis formas favoritas de consumirla y cuando lo pruebes estoy segura de que también te va a encantar!
¿Cuándo disfrutarlo?
Este smoothie bowl es ideal para los días de calor, cuando queremos algo liviano pero saciante. Me encanta disfrutarlo como desayuno, pero también es una gran opción para después de entrenar o como un snack refrescante por la tarde. Si sos fan de los desayunos fríos, este bowl se puede convertir en un infaltable en tu rutina matutina.
Podés disfrutarlo así o agregarle más toppings como granola, manteca de frutos secos, frutas frescas, coco rallado, etc.
Otras combinaciones
Amo los smoothie bowls y cada vez más se encuentran en diferentes cafeterías, pero lo que mucha gente no sabe es lo fácil que es hacerlos en casa para disfrutarlos todos los días.
Además, cuando los haces vos misma podés personalizarlo de la forma que más te guste. Agregarle tus toppings preferidos, frutas frescas, frutos secos o granola casera.
Ingredientes para el smoothie bowl de espirulina
Para preparar este smoothie bowl usé ingredientes simples y accesibles. La base cremosa se logra con banana congelada, que aporta dulzura natural y una textura increíble. La espirulina es la estrella de la receta, aportando un color vibrante y muchos beneficios. Y la vainilla le da ese sabor especial.
- Bananas congeladas
- Vainilla en polvo o extracto de vainilla
- Espirulina
- Pistachos (opcional, para decorar)
(Las cantidades exactas están en la tarjeta de receta al final de la nota.)
Paso a paso: cómo hacer un smoothie bowl perfecto
- Procesar la base: Colocar las bananas congeladas en una licuadora potente o procesadora de alimentos y procesar hasta lograr una textura cremosa como un helado. Si la máquina tiene dificultad, podés ir frenando para mezclar con una espátula.
- Agregar la espirulina y la vainilla. Y procesar un poco más hasta obtener una mezcla bien cremosa y homogénea.
- Servir y decorar: Pasá la mezcla a un bowl y agregá los toppings que más te gusten. En este caso, usé pistachos para un toque crocante.
Tip: Para un smoothie bowl aún más espeso, evitá agregar líquidos. Si necesitás ayuda para procesarlo, usá una mínima cantidad de leche vegetal, agua o agua de coco.
Variaciones y sustituciones
Una de las mejores cosas de los smoothie bowls es que podés adaptarlos según tus gustos y lo que tengas en casa. Algunas ideas para personalizar esta receta:
- Opción sin espirulina: Si no tenés espirulina, o no podés consumirla, podés obviarla, te quedará igual de rico!
- Sabor tropical: Si querés un smoothie más tropical podés agregarle un poquito de agua de coco o reemplazar una banana por ananá congelado.
- Sin banana: Si no querés usar banana, podés reemplazarla por mango. Asegurate de pelarlo y cortarlo en cubos antes de congelarlo.
Tips para que te quede perfecto:
- Use bananas maduras: para que estén en su punto justo de dulzor y sean más fáciles de digerir.
- Congelá las bananas sin la piel: te recomiendo siempre congelar las bananas ya peladas y enteras, sin cortar de esta forma evitarás que se oxiden
- Cortá las bananas en rodajas antes de colocarlas en la licuadora. Si notas que te cuesta mucho cortarlas, déjalas reposar unos 5 minutos para que se ablanden un poco
- Procesá poco a poco, frenando la licuadora las veces que sea necesario para revolver.
- Lee la siguiente sección acerca de qué electrodoméstico recomiendo usar.
Equipamiento recomendado
Para lograr la textura perfecta en este smoothie bowl, es clave usar una buena licuadora o procesadora de alimentos. Si tu licuadora no es muy potente como la mía (Vitamix) o tiene la base (donde están las cuchillas) muy angosta, te recomiendo usar un procesador manual. Acá podés ver un video de cómo hacerlo en un procesador manual.
Cómo almacenarlo
Los smoothie bowls están pensados para comerse al instante, pero si te sobra, podés guardarlo en el freezer en un recipiente hermético. Cuando lo quieras consumir, dejalo reposar unos minutos y revolvelo bien antes de servir.
Preguntas frecuentes
No, en esta receta el sabor de la espirulina es muy suave porque se equilibra con la dulzura de la banana y la vainilla. No vas a notarla en absoluto!
Sí, podés usar mango congelado como alternativa, aunque la textura será un poco diferente.
Probá con coco rallado, mantequilla de frutos secos, frutos rojos o estos granola bites.
Este smoothie bowl de espirulina es una opción fresca, deliciosa y fácil de hacer. Si lo probás, contame en los comentarios cómo te quedó y qué toppings usaste. ¡Disfrutalo!

Smoothie bowl de espirulina
Equipment
- 1 licuadora o procesadora potente
Ingredientes
- 3 bananas congeladas*
- ¼ cdita vainilla en polvo o extracto de vainilla
- 1 cdita espirulina en polvo
Para decorar
- pistachos, frutos secos o granola
Elaboración paso a paso
- Procesar la base: Colocar las bananas congeladas en una licuadora potente o procesadora de alimentos y procesar hasta lograr una textura cremosa como un helado. Si la máquina tiene dificultad, podés ir frenando para mezclar con una espátula.
- Agregar la espirulina y la vainilla. Y procesar un poco más hasta obtener una mezcla bien cremosa y homogénea.
- Servir y decorar: Pasá la mezcla a un bowl y agregá los toppings que más te gusten. En este caso, usé pistachos para un toque crocante.
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