Estas bolitas de coco con espirulina no solo son rápidas de hacer, sino que además son una bomba de sabor, tienen una textura suave y húmeda, y son el snack ideal para tener en la heladera y picar algo rico sin culpa.
Con apenas cinco ingredientes y una procesadora o licuadora, tenés una receta súper fácil: dulce, intensa, y con ese colorcito verde que le da la espirulina.
Además, te voy a contar por qué esta receta es especial para mí, cómo podés adaptarla a distintos gustos o dietas, y algunos trucos que hacen la diferencia. Así que quedate, que te cuento.
Un snack ideal todo el año (pero más en verano)
Estas bolitas de coco con espirulina son perfectas para cualquier momento del año, pero en verano aún más. ¿Por qué? Porque no necesitás horno, se conservan bien en la heladera, y tienen ese sabor fresco que da placer comer cuando hace calor. También son ideales para llevar a una reunión, para disfrutar con amigos.
Esta receta surgió pensando formas de incorporar la espirulina más allá de mi batido verde con espirulina que disfruto cada día. Si nunca la has probado, la espirulina es un alga que tiene muchísimos beneficios y es muy pero muy nutritiva, por eso me gusta consumirla todos los días como un “multivitaminas” natural. El problema es que su sabor no es tan rico, por eso es clave combinarlo con otros ingredientes que tomen más protagonismo. Así fue como cree esta receta que realmente es increíblemente rica y saludable y mi smoothie bowl con espirulina.
Ingredientes para las Bolitas de coco con espirulina
Para esta receta necesitás muy pocos ingredientes, pero cada uno cumple un rol clave. Acá te cuento por qué los elegí:
Castañas de cajú/anacardos: naturales, sin sal y sin tostar. Le dan cuerpo a las bolitas, una textura cremosa y un sabor suave que no opaca al resto de ingredientes. Podés reemplazar por otro fruto seco como almendras o avellanas pero el sabor va a cambiar
Coco rallado: aporta ese dulzor natural y mucho sabor y textura
Vainilla en polvo: si podés conseguir vainilla en polvo es un viaje de ida. Es un ingrediente no tan económico, pero vale la pena porque rinde un montón y eleva tus recetas a otro nivel. Si no tenés podés usar las semillas de la vaina de vainilla o bien extracto de vainilla. No te recomiendo usar esencia de vainilla por ser artificial.
Espirulina: no solo nos aporta muchísimos nutrientes y beneficios, sino también le da el color verde particular.
Dátiles: el pegamento y endulzante de esta receta. Dulces, intensos y perfectos para que las bolitas queden bien húmedas y se mantengan unidas. Usá dátiles Medjool si podés. Son más carnosos y blandos, y hacen que la mezcla quede mucho más suave.
Vas a encontrar las cantidades exactas en la tarjeta de receta al final del post.
Instrucciones paso a paso
- Procesar las castañas de cajú: primero, colocá las castañas de cajú/anacardos en la procesadora y pulsá hasta que queden tipo harina gruesa. No hace falta que sea un polvo fino, pero tampoco que queden trozos grandes.
- Agregar el resto de ingredientes: agregá los dátiles, coco rallado, la espirulina y vainilla y procesá hasta que se forme un arenado húmedo que se une al presionar entre los dedos.
- Formar las bolitas: con las manos húmedas, armá bolitas del tamaño que quieras, a mí me gusta hacerlas con un medidor de 1 cucharada para que salgan todas iguales. Si querés, podés rebozarlas en más coco rallado.
- Llevar a la heladera: dejalas enfriar al menos una hora antes de comerlas. Así se vuelven más firmes y frías!
Sustituciones
¿No conseguís algún ingrediente? No hay problema, te doy algunas ideas para adaptar esta receta según lo que tengas a mano o tus necesidades:
- Castañas de cajú: podés usar almendras o nueces, aunque el sabor va a cambiar un poco.
- Dátiles: podés usar pasas de uva o ciruelas secas, pero asegurate de procesarlas bien para que se integren. El sabor va a cambiar pero son alternativas válidas
- Espirulina: si no te gusta o no tenés, simplemente omitila. Las bolitas van a ser menos ricas nutricionalmente, pero igual de ricas.
Variaciones
Una de las cosas más lindas de esta receta es que hay lugar para la creatividad. Acá te dejo algunas ideas para darle una vuelta:
- Versión cítrica: agregá ralladura de limón o lima a la mezcla para un toque fresco.
- Chocolate: sumá un poquito de cacao amargo o harina de algarroba a la masa, o bañalas en chocolate derretido.
Si querés otras versiones, mirá mi receta de bolitas energéticas o las trufas de pera y coco, que también son sin horno y quedan increíbles.
Equipamiento
Para este tipo de recetas lo ideal es usar una procesadora para que se procesen bien los ingredientes. Si tenés una Vitamix como yo podés hacerlas ahí que al tener la base ancha sirve para este tipo de recetas. En la thermomix también va perfecto!
Conservación
Estas bolitas se conservan perfecto en la heladera, en un recipiente hermético, por una semana. También las podés freezar y así te durarán 1 mes. Cuando quieras disfrutarlas, sacalas del freezer y esperá 5 minutos para comerlas! Es una gran forma de tener un snack o postre rico a mano para cuando te agarren ganas de algo dulce.
Preguntas frecuentes
Para nada, en esta receta la espirulina es imperceptible, por eso me encantan estas bolitas para incorporar este superalimento al día a día.
Podés, siempre y cuando tengas harina de castañas de cajú o harina de almendras en lugar de las castañas de cajú enteras. Tendrías que cortar bien chiquito los dátiles y amasar todo con las manos hasta que se una.
No, no necesitan estar refrigeradas y por eso me encantan como snack para llevar. Yo preparo este tipo de bolitas cuando tengo largos viajes en avión y necesito alimentos nutritivos y sanos para llevarme para el camino!
¿Te tentaron estas bolitas de coco con espirulina? Contame en los comentarios si las probaste qué te parecieron! Y si te gustó esta receta, compartila!
Bolitas de coco (con espirulina)
Equipment
- 1 Procesadora
Ingredientes
- 1 taza castañas de cajú/anacardos* sin tostar y sin sal
- ½ taza coco rallado
- ¼ cdita vainilla en polvo
- 5 dátiles sin carozo* preferentemente medjool
- 1 cdita espirulina*
Elaboración paso a paso
- Procesar las castañas de cajú: primero, colocá las castañas de cajú/anacardos en la procesadora y pulsá hasta que queden tipo harina gruesa. No hace falta que sea un polvo fino, pero tampoco que queden trozos grandes.
- Agregar el resto de ingredientes: agregá los dátiles, coco rallado, la espirulina y vainilla y procesá hasta que se forme un arenado húmedo que se une al presionar entre los dedos.
- Formar las bolitas: con las manos húmedas, armá bolitas del tamaño que quieras, a mí me gusta hacerlas con un medidor de 1 cucharada para que salgan todas iguales. Si querés, podés rebozarlas en más coco rallado.
- Llevar a la heladera: dejalas enfriar al menos una hora antes de comerlas. Así se vuelven más firmes y frías!
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