Llegaron los días fríos y qué mejor que recibirlos con un menú calentito. Esta sopa de calabaza y jengibre cremosa tiene el sabor dulce de la calabaza combinado con un toque picante que le da el jengibre, así subimos la temperatura corporal.
Lo que más me gusta de esta receta es que es cremosa y reconfortante. Con el sabor dulce natural de la calabaza y que podés incluso potenciar agregando más especias. Es mi sopa de cabecera cuando no me siento muy bien y quiero darle un respiro a mi digestión o si quiero una cena liviana.
Animate a ponerle jengibre a la clásica sopa de calabaza, para obtener todos sus beneficios: es anti-inflamatorio, ayuda a una buena digestión, fortalece el sistema inmune y nos sube la temperatura corporal, perfecto para un día de frío.
Una receta perfecta para un día de otoño (o cualquier momento del año)
No sé vos, pero apenas empiezan los días más frescos, mi cuerpo automáticamente me pide platos calentitos. Esta sopa de calabaza y jengibre es una de las primeras que preparo cuando tengo antojo de sopa. El zapallo está en su mejor momento, y el jengibre le da ese toque cálido y un poco picante que levanta cualquier día nublado.
Aunque la preparo más seguido en otoño e invierno, es tan liviana que también se puede disfrutar en una noche fresca de primavera.
Ingredientes para la sopa de calabaza y jengibre
Para esta receta vas a necesitar muy poquitos ingredientes, pero cada una tiene su por qué.
- Calabaza o zapallo: cualquier variedad de calabaza o zapallo te sirve para esta receta. Cuanto más dulce sea, mejor
- Cebolla morada: podés usar cebolla blanca o morada, ambas quedan geniales. La morada es un poco más dulce, por eso me gusta para esta receta, pero cualquiera de las dos está bien.
- Jengibre fresco: es clave usar jengibre fresco porque
- Aceite de coco: puede ser el virgen que tiene un leve sabor a coco que combina muy bien con la sopa o bien el neutro. También podés usar aceite de oliva, aunque para cocinar recomiendo el de coco por ser menos sensible a la temperatura.
- Sal y pimienta a gusto
Las cantidades exactas están en la tarjeta de receta al final de este post.
Licuadora vs. batidor de inmersión
Usando una licuadora potente, vas a lograr una textura bien sedosa. Y podrás ir agregando el líquido poco a poco según la consistencia que quieras. Pero un procesador de inmersión es ideal si tu licuadora no es de vidrio o no soporta las altas temperaturas. En este caso, podés sacar un poco del agua previamente y reservarla para empezar con una consistencia más espesa y luego agregar más líquido si la querés más ligera.
Paso a paso con fotos del proceso
- Saltear la base: en una olla grande, colocá una cucharada de aceite de coco y calentá a fuego medio. Agregá la cebolla picada y cociná hasta que esté bien tierna.
- Sumar la calabaza y el jengibre: incorporá la calabaza cortada en cubos y el jengibre rallado. Revolvé para que todo se impregne bien del aceite. Cociná unos minutos para que la calabaza se dore volviéndose más dulce.
- Cubrir con agua y cocinar: agregá agua hasta cubrir los ingredientes y cociná a fuego medio-bajo hasta que la calabaza esté bien tierna. Aproximadamente unos 20-25 minutos, pero andá controlando.
- Procesar y ajustar: con una minipimer (o licuadora), procesá la sopa hasta lograr la textura que más te guste. Agregá sal y pimienta a gusto, ¡y lista!
💡 Hint: Si usás licuadora tradicional, dejá que la sopa se enfríe un poco antes de procesar. Así evitás accidentes con el vapor.
Variaciones
- Especiada: sumale un poco de canela para un sabor más festivo.
- Más cremosa: podés agregar leche de coco o crema de coco al momento de servir.
- Con toppings: semillas de zapallo, almendras tostadas, cilantro, garbanzos crocantes o tofu crocante para sumar proteína.
Conservación
Podés guardar la sopa en un frasco hermético por hasta 4 días en la heladera. O en el congelador por 1 mes.
Top tip: No te olvides de ajustar la sal recién al final, cuando ya la procesaste. Al reducir el líquido durante la cocción, el sabor se concentra, y si salás al principio, podés pasarte.
FAQ
Sí, pero perderías ese toque especial que la hace distinta. Y si no te gusta el sabor del jengibre, podés probar con una pizca de curry en polvo.
¡Totalmente! Solo ajustá el tiempo de cocción: con 10 minutos alcanza. Después, procesás como siempre.
Si eliminás la sal y el jengibre (o ponés muy poquito), es perfecta como puré o sopa espesa. La textura suave de la calabaza es ideal para los más chiquitos.
¿Probaste esta sopa de calabaza y jengibre? Contame en los comentarios cómo te salió. Me encanta leer sus versiones.
Sopa de Calabaza y Jengibre
Equipment
- 1 licuadora o minipimer
Ingredientes
- ½ calabaza o zapallo, cortado en cubos
- ½ cebolla morada picada
- 1 pedacito de jengibre fresco (o en polvo)
- 1 cda aceite de coco
- sal y pimienta a gusto
Elaboración paso a paso
- Saltear la base: en una olla grande, colocá una cucharada de aceite de coco y calentá a fuego medio. Agregá la cebolla picada y cociná hasta que esté bien tierna
- Sumar la calabaza y el jengibre: incorporá la calabaza cortada en cubos y el jengibre rallado. Revolvé para que todo se impregne bien del aceite. Cociná unos minutos para que la calabaza se dore volviéndose más dulce.
- Cubrir con agua y cocinar: agregá agua hasta cubrir los ingredientes y cociná a fuego medio-bajo hasta que la calabaza esté bien tierna. Aproximadamente unos 20-25 minutos, pero andá controlando.
- Procesar y ajustar: con una minipimer (o licuadora), procesá la sopa hasta lograr la textura que más te guste. Agregá sal y pimienta a gusto, ¡y lista!
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