Smoothie bowl de ananá

Nada más refrescante que un smoothie bowl de ananá en un día de calor. Cremoso, tropical y con un dulzor natural que no necesita nada extra, este bowl es ideal para arrancar la mañana con energía o disfrutar como snack o postre liviano. Además, se prepara en minutos y con muy pocos ingredientes.

Un bowl tropical

El ananá es esa fruta que automáticamente nos transporta a la playa. Su sabor fresco y dulce combina perfecto con la banana, logrando un smoothie cremoso, suave y súper refrescante.

Esta receta es ideal para los meses de verano, aunque también podés hacerla durante todo el año usando ananá congelado. Un tip importante: para asegurarte de que el ananá esté bien maduro y dulce, fijate en la cáscara, tiene que estar anaranjada/amarilla y no verde.

Si te gustó este bowl, también te recomiendo probar mi smoothie bowl de pitaya, otra opción colorida y deliciosa que combina frutas tropicales con una textura increíble.

Ingredientes

Los protagonistas de este smoothie son muy pocos, pero todos cumplen un rol clave para lograr la textura perfecta.

• Ananá congelado
• Bananas congeladas
• Agua

Las cantidades exactas están al final, en la tarjeta de receta.

Paso a paso para preparar el smoothie bowl de ananá

Preparar este bowl es tan fácil que seguramente lo vas a repetir muchas veces.

1. Preparar las frutas: cortá en ananá en trozos y colócalo en un recipiente apto para congelar. Pelá las bananas y colócalas también en un recipiente apto. Congelá ambas frutas por al menos 5 a 6 horas o idealmente de un día para otro.
2. Llevar todo a la licuadora: Colocá el ananá, las bananas y un poco de agua en la licuadora.
3. Procesar hasta obtener una crema: La mezcla tiene que quedar espesa, no líquida. Si ves que cuesta, agregá apenas un poquito más de agua.
4. Servir en un bowl: Decorá con los toppings que más te gusten: rodajas de ananá, coco rallado, granola o semillas.

Tip: cuanto más madura esté la fruta antes de congelarla, más dulce va a quedar tu smoothie bowl.

Posibles sustituciones

• Banana: podés reemplazarla por mango si buscás un sabor más tropical.
• Agua: cambiá por agua de coco o leche de coco para una versión más cremosa y exótica.

Variaciones

• Versión cítrica: agregá un chorrito de jugo de lima.
• Más proteína: sumale semillas de chía o de cáñamo.
• Kid-friendly: servilo con frutas coloridas, para que los más chicos lo disfruten como un postre saludable.

Equipo necesario

Vas a necesitar una licuadora potente o procesadora para triturar bien las frutas congeladas. Si tu máquina no es tan fuerte, agregá un poco más de agua para facilitar el proceso.

Cómo guardar este smoothie bowl de ananá

Lo ideal es comerlo apenas lo hacés, pero si te sobra podés guardarlo en un frasco hermético en el freezer. Al sacarlo, esperá unos minutos a que ablande un poco antes de comerlo.

Consejos:

El secreto está en congelar frutas maduras. El ananá tiene que estar bien amarillo/anaranjado y no verde, porque si lo congelás verde, el smoothie puede salir ácido.

Preguntas frecuentes sobre el smoothie bowl de ananá

Anímate a preparar este smoothie bowl y contame en los comentarios qué te pareció. Y si querés experimentar con otros sabores no te pierdas mi helado de algarroba.