Vivimos en mentes aceleradas, mentes que no paran un segundo de pensar, mentes que están constantemente estimuladas.
La naturaleza es quien nos recuerda quienes somos, y nuestra desconexión actual con ella ya sea por una alimentación con productos procesados, vivir en medio del ruido de la ciudad, trabajar varias horas por día y pasar gran parte de nuestro tiempo frente a pantallas nos ha hecho olvidar nuestro poder personal para sanar, para crear la vida que soñamos y reconectarnos con nuestra sabiduría interior.
Vivir en el momento presente:
Qué difícil nos resulta estar en el momento presente, contemplando, observando, respirando. Tanto que en cuanto estamos solos, agarramos el teléfono, las redes sociales, o la TV para ocupar ese espacio vacío que se genera en la mente. Es que no queremos espacios vacíos, espacios donde estamos solos con nuestros pensamientos. Nos resulta tan incómodo que lo evitamos a toda costa. Nos vamos a dormir con el teléfono, vamos al baño con el teléfono, caminamos escuchando podcast y hasta en reuniones con amigos tenemos el hábito (o vicio) de agarrarlo también.
Conectando con nuestra sabiduría interior:
Si solo supiéramos que en ese espacio “vacío” es cuando logramos conectarnos con nosotros mismos. Es ahí donde empezamos a escucharnos, a sentir, a vivir, a ser. Y es ahí donde entramos al espacio de infinitas posibilidades, donde nuestra creatividad aflora, nuestra intuición se agudiza y obtenemos mayor claridad.
Nos cuesta romper esa barrera de estar a solas con nosotros mismos y nuestros pensamientos. Pero qué importante es volver ahí.
Y si te cuento esto es porque a mí también me pasa. Porque no soy ajena a este sentimiento de necesitar consumir más y más información para evitar ese vacío.
Y como si fuera poco, nuestros días se vuelven muy parecidos unos de otros, en un entorno que se mantiene constante, así como las conversaciones y el tipo de contenido que consumimos. Y no es que esté mal, pero nos impide ver otras posibilidades, otras formas de hacer las cosas, filosofías, o creencias.
Viajar para ver otras posibilidades
Este último año tuve la oportunidad de viajar y vivir en varias ciudades, y países totalmente diferentes. Diferentes culturas, idiomas, tuve conversaciones con personas que viven en ambientes muy diferentes y el solo hecho de ser consciente, de observar y escuchar las distintas realidades me abrió un panorama de infinitas posibilidades para mí.
Me hizo ver que no hay 1 o 2 formas de vivir, de trabajar, de ganar dinero, de educar a un hijo, sino que las posibilidades son infinitas, pero debemos estar abiertos para ver que esas posibilidades existen. Y están disponibles para quienes lo deseen.
INSCRIPCIONES ABIERTAS:
Plant Reset 2022 - Arrancamos el 7 de marzo. 7 Días para nutrirte con el poder de las plantas
Dejá un comentario