Este pan fermentado sin gluten lo aprendí hace unos años y a medida que lo fui haciendo fui perfeccionándolo. En mi nota 4 Recetas de Pan sin Gluten seguro hayas visto una versión parecida a esta receta.

Pero luego de hacerla tantas veces fui haciendo algunas modificaciones para que fermente mejor.

Si has escuchado hablar del pan de masa madre, entonces quizás entiendas a qué nos referimos cuando hablamos de fermentación natural. Básicamente, significa hacer pan sin utilizar levaduras industriales, sino más bien, las bacterias del ambiente para fermentar. Y en este ayudamos la fermentación con el vinagre de sidra de manzana que al ser crudo, sin pasteurizar, nos aporta "probióticos" o bacterias benéficas para fermentar.

Si bien cada vez es más fácil encontrar pan de fermentación natural y de buena calidad para comprar, lamentablemente aún es difícil encontrar una versión sin gluten.

Es por eso, que en este post quiero enseñarte a preparar un delicioso pan casero y sin gluten de fermentación natural.

¿Qué ingredientes vas a necesitar?

Trigo Sarraceno (Buckwheat): Aunque su nombre suele ser confuso por llevar la palabra "trigo" este pseudo cereal no tiene nada que ver con el trigo y es libre de gluten. Resulta una opción muy buena para hornear sin gluten. Vamos a usar el grano entero descascarado (te darás cuenta de que es descascarado porque va a ser de color claro como el de la foto).
Vinagre de Sidra de Manzana sin pasteurizar: será nuestro agente fermentador. En caso de que no tengas o consigas, podés usar un poco de kefir.
Sal Rosada del Himalaya: o alguna sal de buena calidad
Psyllium Husk: este es un ingrediente clave para que el pan no se desgrane al cortarlo, le da consistencia y aporta fibra saludable y prebióticos.
Aceite de coco: para suavizarlo. El aceite de oliva también queda muy bien para esta receta.
Semillas de girasol y de calabaza

3 pasos para preparar el Pan fermentado sin gluten

1- Remojar

El primer paso para elaborar este pan fermentado sin gluten será remojar el trigo sarraceno. Para eso, colocalo en un bowl grande y cubrilo de abundante agua. El grano va a absorber agua, por eso si en algún momento ves que el trigo sarraceno sobrepasa la línea de agua, agregá un poco más de agua para que esta siempre cubra los granos.

Pasado el tiempo del remojo, colá y enjuagá los granos de trigo sarraceno y licualo con el vinagre, el agua sin cloro (podés usar agua mineral o de filtro) y la sal. Licuá hasta obtener una textura homogénea.

2- Fermentar

Una vez que tenemos nuestra mezcla, es hora de dejarla fermentar. Volcá el contenido de la licuadora en un bowl limpio y seco. Tapalo con un repasador o paño y dejalo fermentar por alrededor de 24 horas. El tiempo de fermentación dependen en gran medida de la temperatura y humedad del ambiente. Cuanto más calor y más humedad haya, más rápido fermentará. Por eso en verano es posible que en 12 horas haya fermentado, y en invierno quizás demore 30 horas.

¿Cómo saber cuándo está fermentado? Notarás que la masa tiene burbujas, habrá crecido un poco, y tendrá un aroma ácido. Si no te gusta el sabor muy ácido de los fermentos, te recomiendo que reduzcas el tiempo de fermentación. Es muy personal y a medida que lo hagas varias veces encontrarás tu punto justo. Eso sí, a nivel horario nunca será exacto porque el clima realmente impacta muchísimo.

3- Hornear

Pasado el tiempo de fermentación, simplemente nos quedará agregar el aceite y psyllium husk, pasarlo a un molde y hornear. La temperatura del horno debe ser 180º C y tardará entre 55 y 65 minutos en cocinarse bien. Pinchá con un cuchillo y cuando salga limpio significa que el pan está listo!

Dejá enfriar por completo el pan fermentado sin gluten antes de cortarlo. Sé que es difícil esperar cuando tenés tu pan calentito recién salido del horno, y un gran aroma en la cocina. Pero es fundamental este tip. Desmoldá el pan y colocalo sobre una rejilla.

Recetas para acompañar este pan fermentado sin gluten: