Cortar 2 rectángulos de papel manteca de 20x30cm.
Colocar uno de los rectángulos sobre la mesada. Retirar el carozo a los dátiles y disponerlos abiertos sobre la plancha de papel manteca, uno al lado de otro formando un rectángulo.
Colocar la otra plancha de papel manteca por encima y con la yema de los dedos presionar suavemente para alisar la superficie. Con un palo de amasar o un vaso estirar la base de dátiles intentando cubrir los huecos entre ellos.
Suavemente retirar la plancha de papel manteca de arriba. Agregar la mantequilla de maní sobre la base de dátiles y esparcir con una espátula para cubrir toda la superficie.
Picar los pistachos y colocarlos encima de la mantequilla de maní. Llevar al congelador mientras derretimos el chocolate.
Picar el chocolate y colocarlo en un bowl de acero inoxidable o de vidrio que soporte la temperatura y colocarlo sobre una olla chica con agua. El bowl no debe tocar el agua. Llevar a hervir y luego apagar el fuego. Con una espátula remover el chocolate hasta que se funda por completo.
Volcar el chocolate derretido sobre la barra de dátiles y distribuirlo bien llegando a todos los extremos. Terminar con unas escamas de sal marina.
Llevar nuevamente al congelador hasta que el chocolate solidifique por completo.
Cortar la barrita en pequeños cuadrados o barras y disfrutar!